No se sabe con seguridad, pero se duda de que la pérdida del campo magnético tenga algún efecto nocivo en la vida. Es cierto que la peligrosa radiación del Sol y del espacio exterior se queda atrapada en el campo magnético de los cinturones de Van Allen, que se encuentran entre 5.000 y 30.000 kilómetros por encima del planeta; y también es cierto que la concentración de radiación de estas zonas es lo suficientemente alta para ser un peligro para cualquier persona o cosa que se encuentre en su interior.